martes, 24 de julio de 2012

Reinventandome

Camino en la ciudad con la vista perdida en el horizonte interior, mis pasos resuenan en donde menos imagino y el silencio frío de las baldosas se adhiere a mis pies descalzos adornando mi pálido caminar. Se abrochan a mi cuerpo como semillas muertas de miedo las intensas ilusiones de los demás, que creía hundidas, semillas de cascaras gruesas que simulan desinterés y hablan de la desazòn de una tierra infértil que lo ha perdido todo. Cuando en tus manos reside aún la magia de la vida, y fluye el agua del río en tus venas, el que colorea tu piel, como un artista, como a un fantásma en primavera. Aún así te crees muerto, te creen muerto y tu les crees. Quizás sea tiempo de recobrar lo que has perdido, de desgastar la cascara inútil contra las paredes inhertes de tu ciudad dormida. Este basto reino del que te han enmancipado convenciendote a seguir durmiendo anhela tu presencia. Has nacido del barro cual semilla del árbol y tu antigua madre es tu madre verdadera. Bendito sea con ella, el agua, el fuego y el aire, reinventandote.