viernes, 28 de agosto de 2020

 ENTIDADES 



Triálogo: Rupert Sheldrake, Terence McKenna y Ralph Abraham
Del libro "Caos, creatividad y conciencia cósmica".



Terence (1): Este diálogo girará en torno al exótico tema de las inteligencias incorpóreas y las entidades no humanas. Estas entidades parecen ocupar una especie de limbo ontológico indefinido. Sea cual sea su estatus en el mundo, su presencia en la existencia y el folklore humanos es sorprendente. El fenómeno de su existencia no es algo inusual ni estadísticamente extraño. En todas las épocas y todos los lugares, con la posible excepción de Europa Occidental durante los últimos doscientos años, se daba por sentado un comercio social entre seres humanos y varios tipos de entidades incorpóreas, o inteligencias no humanas. Podría haber sido tan simple como la esposa del granjero celta que preparaba un cántaro de leche para el mundo de las hadas, o podría haber adoptado formas más elaboradas.


Un segundo aspecto de este tema es la tremenda variedad de estas entidades. Estamos hablando de una especie de taxonomía paralela en otro continuo en el cual hay yinns, ifrits, ondinas, machacadores de piedras y gnomos, y esta es sólo una muestra en el contexto del imaginario europeo. Después de añadir los puntos de vista de varias culturas en el potencial de formas de vida no humanas, tenemos un conjunto verdaderamente vasto decriaturas singulares, todas, expresiones de un sistema de creencias muy elemental que parece ser inherente a la condición humana.


Antes de adentrarnos en la historia de esta idea, podría ser interesante simplemente revisar las opciones lógicas que se nos abren al examinar fenómenos de este tipo: son básicamente tres. La primera opción es que estas entidades son extrañas pero físicas, y que sus identidades se hallan en algún lugar entre los celacantos y el Bigfoot. Potencialmente, podría imaginarse que se mueven desde la esfera de la mitología a la esfera del hecho zoológico establecido y, en efecto, esto ha ocurrido en algunos casos bastante poco llamativos. Ésta es con mucho, la postura menos interesante. Por ejemplo, el yeti es una criatura que no quiere desvelar si es simplemente un miembro extraño de la taxonomía habitual de este planeta o si es algo bastante diferente.


La segunda opción que tenemos ante nosotros cuando observamos el estatus ontológico de estas entidades es lo que yo consideraría la postura junguiana. Para demostrarla, simplemente citaré a Jung sobre el temade los sprites y los espíritus elementales. Eslo que yo llamaría el enfoque mentalista-reduccionista para entidades e inteligencias incorpóreas. Afirma que, de alguna manera, forman parte de nuestras propias mentes, que su existencia depende de que las concibamos como objetos en nuestra imaginación, aunque se expresen de forma patológica.

Rupert (2): En otras palabras, ésta es la posición humanista de la que todos los dioses, entidades y demás son simplemente proyecciones de nuestras mentes.

Terence: Exacto. La teoría de la proyección mental, es unaimagen muy bella.