jueves, 5 de abril de 2012

negro-perro




El perro negro mordió mi mano. Un agujero del tamaño de un sol mediano nació en mi piel.
Una puerta se abrió.

Se desvanecieron antiguos sueños.

Los miedos, fueron sepultados, y tres días después subiran a los cielos. Les creceran alas como a las gaviotas. Que besan las aguas del mar.

Y en su barca de madera de roble dorado, el perro negro me guió al mundo inferior.

Allí me encontré con un león. Me convertí en polvo mientras el moría en mis manos.
Pensamos que moríamos juntos. Pero en realidad estabamos renaciendo.

Al abrir la ventana un rio color azul colmó tu casa de luces nuevas. Que disfrutes de la sensación de que este río se lleva todo lo que debía llevarse. Que puedas nadar y sentir ese río tu hogar.

Como un pez en el agua. Te sientes. Te vives. Disfrutas tu piel. Porque no hay distancia entre vos y tu cuerpo. Porque se han sanado cada uno de los instantes insanos, impuros, que la vida puso en tus manos para que repararas una vez. Eres un mago, que está sanando el tejido añejo, heredado de los hijos de nadie.. que hoy ya tienen madre y padre.
Un artesano que crea en silencio, destruye en silencio, y vuelve a crear.

Gracias por ser.