sábado, 18 de febrero de 2012

el ejercito de golondrinas



Un ejercito de golondrinas, dibujan un mandala vivo que veo desde la ventana, eso lo dice todo. Libertad.

Pero por lo pronto soy un preso con las puertas abiertas, de nuevo. Que calidad la de vivir con alas en una jaula donde no puedo abatirlas contra el infinito. Se desgarrarían las mañanas de mis días de ser yo mismo aquí donde nadie ha tomado la decisión. Sí, un león en medio del corral, es un poco "anormal" en estos lados del mundo.

Quizás sea que debemos seguir disfrazados. Para no asustarnos. Para no asustar.

Pero en fin que ganas de romper el silencio con una caricia llena de plumas, y besos. Con un abrazo con sabor a durazno. Y con los dedos chorreando el almibar que se haya detrás de las cascaras que luchan por seguir amarradas a los órganos de esos serés tan llenos de sabor.

Sea el banquete de la luz, hoy mismo. Y muerdas el fruto que tengas que despertar de su sueño que parecía eterno. Es hora de cambiar la historia de este cuento de hadas.