viernes, 11 de junio de 2010

Incomprender

Octogonal epitelio de octonópulo, espantoso ser que habita en los crepusculos lunares y en las ensaladeras de metal. Interpreta la sopa etérea. Simbiosis sectaria en amaneceres inhertes, alucino tormentas, veo sin ver. Ráscate el acordeón de plumas, y despréndete la ignea desasón ambulante de las ojeras y las orejas. Intrepido acertijo, alegoría mandibular. Eritroprotoplasma. Altruismo pululante, lección dependiente. Adormecida y trémula roja sacudida intracorporea. Anida tu inocua semilla en la lata oxidada. De sol de mente, de anáforas, de meticulosos pentagramas insaciables, voces oscuras, líneas rigidas. Triángulos estereoscópicos, atrapantes mantricos girantes. Gigantes blancos, andan lucidos. Lago, nado en sangre, muerte y desesperación, la anguila azul, inmovil. Suerte que seas, que seas la unica que queda por masticar. De tu sangre se haga el almibar. Y sea la luz en la faz, y en la fosa. Sos lo que crees.