martes, 22 de junio de 2010

Solo una gota

Aun, algunos reacios al amanecer,
continuan con la ventana entornada,
con el paragua bajo el brazo,
y un miedo a mirar a los ojos
que les marchita el pecho,
les seca la punta de los pies,
se retuercen como trapo
y ruega su rostro un poco de amor,
solo una gota.