domingo, 13 de junio de 2010

Unisono ya!

Vivo a mil gatos luz de allá. De ese rombo ambivalente. Vivo en las alfombras de un jardín invertido que rodea una rueda, sumergida en un fuentón. Es fácil ver desde acá la rotula fruncida de los cavernícolas, antropostáticos, entrenada para realizar un solo movimiento o dos. Vertical u horizontal, no recuerdo, ni si quiera me lo puedo imaginar. Ya que es imposible, después de haberse transpuesto múltiples veces, concebirlo. Es divertido ver como para rascarse la nariz se necesita seguir 15 pasos, para girar en círculo o tomarse de la mano se necesitan instrucciones bien precisas, o para simplemente mirarse a los ojos sin pestañar es preferible haber terminado de leer un manual de fisiología del ojo, o al menos haber hecho un curso de verano inherente.
No se precisa más que un tórax bidimensional, un corazón que lata en monoaural, alguna que otra extremidad, y la ansiedad de moverte desesperado sin mirar alrededor y chocarse entre sí. No se si estás acá o allá ya que ni si quiera existe un allá o un acá ni ningún esquema conceptual referencial y operativo, o quizás si quien sabe.
Mientras tanto te invito a que te inviertas. ¿ em seel, ¡ ¡ ¡ orepse euq is .. ¡ ¡ ¡ oy et oma.